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Pensaba...

  Pensaba estos días atrás sobre ese  “comité de expertos”  que con tanto entusiasmo, dedicación y esfuerzo han sacrificado sus vacaciones veraniegas para preparar una vuelta a los colegios segura, a tiempo y confiada.  Pensaba en nuestra  Ministra de Educación , en su talante, en su empatía, en su sapiencia… y en cómo se ha devanado el cerebro para que los problemas de ratio, de espacio y de personal se solucionaran antes del día 1 de septiembre. Pensaba en los  equipos directivos  de los centros educativos, verdaderos héroes de todo este cachondeo y que sí están a la altura de esta puñetera pandemia. Pensaba en mis colegas  maestros  y en mis compañeros de profesión, esos que estamos acostumbrados a recibir criticas de una sociedad que no valora nuestro trabajo y que “ahora” se están dando cuenta del valor que supone enseñar. Pensaba… Pensaba... Pensaba…    Hasta que de pronto, lleno de ira, de rabia y de impotencia, detuve e...

Cuídate viejo..

  Llevo semanas en silencio. Lo necesito. Me reconforta. Y es el mejor aliado que he encontrado para ordenar mis libros. Mi cabeza. Mis recuerdos.  Pero la otra tarde,  los recuerdos se descosieron  y ese silencio que reina en mis días se vio acompañado por un llanto roto. Amargo. Desconsolado. Y todo sucedió al verte en el video de mi  Primera Comunión . Te confieso que no te esperaba. En su momento sepulté en un trastero de mis nostalgias todo lo que me evocara a ti. Para no hacerme daño. Para no rebuscarte. Para no hacerme preguntas que nunca podrías contestarme.  Pero al verte de mi mano paseando por la Plaza del Arenal, con esa mirada templada que es la herencia que me dejaste para sobrevivir en este mundo, el zarandeo y el destrozo fue épico; hasta la soledad vino a consolarme un rato. Y aquí estoy, intentando juntar palabras entre lagrimas para decirte que  te echo de menos , que te fuiste demasiado pronto de mi lado, que tienes un nieto que me ...

El mundo..

Mientras observo en silencio cómo mi hijo juega con sus juguetes, le doy vueltas al  mundo  que entre todos le estamos dejando en herencia. Un mundo podrido por la  envidia ,  conformista  en un alto porcentaje, carente de  autocrítica . Un mundo donde  los políticos dan asco ; ya no tengo fuerzas para seguir escribiendo sobre nuestros dirigentes, esos que nos roban, nos estafan, nos manipulan… a ver si cuando vuelvan de sus merecidas vacaciones, sus señorías se avergüenzan  un poquito  de su profesión. O que no vuelvan. Un mundo donde la sociedad se  ríe  de los muertos; donde se está mas pendiente de los  cuernos  que el torero le ha puesto a Paloma Cueva; donde muchos se pasan por  el arco del triunfo  todas las recomendaciones sanitarias y sociales; ya nos reiremos cuando vuelvan a confinarnos y salgamos como borregos a aplaudir a las ocho. Alguien me dijo una vez que mi visión de las cosas era muy negativa. ...

La misma piedra..

Que el   ser humano   es el único animal de la naturaleza que tropieza dos veces con la misma piedra es un hecho demostrable, empírico y que está a la orden del día. Y si esta  piedra  con la que demuestra su torpeza y su ineptitud no es la misma, muy probablemente sea muy parecida.  Ejemplo de esto que hoy les hablo hay miles, pero me quedo con la reacción de muchos  “vecinos”  de esta bendita ciudad criticando y llevándose las manos a la cabeza por sus redes sociales ante los aficionados del  Cádiz  por celebrar éstos su ascenso a  Primera , … y horas después ellos mismos estaban jaleando a los cuatro  simpáticos  que andaban quemando rueda e hicieron de la zona sur su circuito de velocidad la otra noche. Claro, es que con el humo de los tubos escapes el  coronavirus  disminuye su poder de contagio.  Claro, es que esta tierra es especial. Siempre nos ha pasado y siempre nos pasará; y si los de allí hacen una, n...

Una huella especial..

      Como bien sabéis, el corazón es un músculo que se mueve a través de los latidos, y los latidos que envuelven desde el día que nació el corazón de mi compañera de profesión  Rocío Peña   le hacen ser   una persona especial , de esas que dejan huella cuando se van, de esas que al irse dejan remarcado en el sendero de la vida un reguero de   huellas . Y todas y cada una de esas  huellas  han sido, son y seguirán siendo  especiales al llevar su nombre, y al estar repletas de sonrisas, de lagrimas, de sinceridad… De responsabilidad, de carácter, de empatía... De confianza, de entrega, de cercanía… Así son sus  huellas …  y así es ella … Un autentico regalo que el  Claustro del Colegio Jesús-María  ha podido disfrutar desde que aceptó ser su  Directora de Secundaría y Bachillerato , y que jamás podrá agradecerle con palabras la huella que ha dejado en nosotros y en la historia de nuestro colegio.  Aun así, p...

Campeones, ¡¡mil GRACIAS!!

           Como muchos de ustedes saben, soy  maestro escuela  por vocación. Y a pesar del estado de alarma, y de haber estado alejado varios meses de la escuela y de mis alumnos, les he seguido enseñando. Y lo he hecho a través de pequeños videos que cada semana fuí subiendo a mi propio canal de  YouTube , con la única pretensión de que mis pupilos movieran sus esqueletos y que de vez en cuando se acordarán de su profesor de  Psicomotricidad. Con la perspectiva que da el tiempo, pudiera parecer fácil y cómodo lo que hice, pero créanme que no lo fue por varios motivos. El  primero , me da pavor ponerme delante de una cámara; lo mío siempre fue la radio y juntar palabras al caer la noche. Segundo , porque no sabía si esa forma de enseñar podría gustar, molestar o pasar desapercibida. Y  tercero , porque mi zona de confort era tan grande que me acostumbré a vivir en ella sin ni siquiera molestarme en abrir las ventanas. Pero con ...

Grita..

Grita cuando tengas miedo. Cuando sientas que la vida no vale nada. Cuando veas que un grito es la única forma de liberarte. Soltar amarras. Y liberar a tu piel.   Grita y deja que tu voz te rompa y desgarre en mil pedazos los resquicios del silencio. Grita hasta quedarte afónico. Grita con tanta fuerza que hasta el eco que llevas alojado en tu interior sonría de complicidad cuando lo hagas.   Grítale a la luna cuando la veas aparecer por tu ventana.   Grítale a las calles cuando las recorras de esquina a esquina.   Grítale al mundo cuando el mundo te de la espalda.   Sabes hacerlo. Desde pequeño lo llevas haciendo. No lo has olvidado. Así que…   Grita. Date el gusto. Coge aire. Abre los brazos. Cuenta hasta cinco, diez. Y expúlsalo con tanta fuerza que te duela el alma y los sentidos al hacerlo. Reponte del esfuerzo. Y vuelve a la carga antes de que el tiempo se reponga del susto.   A veces, un gesto tan sencillo como gritar puede ahuyentar a tus demo...