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Mostrando entradas de marzo, 2017

Que nadie me despierte...

Le acabo de pedir la venia a mis sábanas tras un día de impaciencias y cansancios. Acomodo mi cabeza a mi almohada para conciliar el sueño y cierro los ojos, dejando que la música de tus últimas palabras me desnuden las prisas y los acordes de tu piel me atrapen por completo. La noche viene envuelta en lluvias y escalofríos y en cuestión de segundos te veo danzar suavemente por mi mente mientras el tiempo se detiene, se recrea, se sonríe al verte deambular por una habitación que incendias con tu risa, con tu mirada, con tu forma esquiva de acariciarme.. Dibujas sombras que intento respirar.. Navego por los suspiros de tus latidos.. Gano con tu presencia y pierdo con tu ausencia.. Juego por el borde de la felicidad que me trasmiten tus ojos, la confianza que me ofrecen tus manos, la calma y la pausa de tus silencios. Y en la distancia que nos separa te pido que vengas a mí, que te sientes junto a mí y que escuches el pálpito de este corazón que se ha encapri

Gracias..Teatro Falla

Antes de que lo vivido este año por carnavales sea un recuerdo solapado en algún rincón de mi memoria, permitidme que mi piel salde una deuda con vosotros. Como muchos sabréis, este febrero se ha tiznado de fiesta en mi corazón al ver cumplido uno de mis sueños literarios: ser letrista de una comparsa de carnaval. Un guiño que la vida le puso en bandeja a este juntaletras que cada vez que deambula por las calles de la Tacita de Plata lo hace canturreando un estribillo, la cuarteta de un popurrí o el inicio de cualquier presentación. Amo el carnaval por encima de muchas cosas, ya que me sirve como válvula de escape y continuo aprendizaje, y sólo de pensar que durante unos minutos mi nombre y mis letras han estado en los oídos de muchos aficionados, me hace sonrojar de felicidad. Gracias a todos aquellos que aquel jueves de febrero me desearon suerte y quisieron acompasar mis miedos tras unas bambalinas que saben a gloria y a nervios.. Gracias a todos aquellos

Para necesitarte...

Necesito llegar a casa oliendo a ti. Desesperarme con tu fragancia y desnudar mi mirada ante el espejo de lo vivido. Perderme en tu universo mágico de silencios y ruidos, de luces y sombras, de prisas y esperas. Tomarte de la cintura y sortear valles y esquinas con la única intención de amarte, de buscarte, de hacerte reír por los ecos de la eternidad al contarte mis cosas ante un rostro cuajado de lágrimas que albergan tu aroma y tu paz. Necesito que me rodees con tus brazos, esos brazos que siempre están ahí dispuestos a envolverme, a apretarme, a descongestionarme el alma y a liberar mis miedos, mis angustias, mis tempestades,... Necesito una calle a oscuras, un susurro de tierra, una luna revirada en un balcón,... Necesito verte a lo lejos llegar, y liberar a los nervios para que éstos se vuelvan a perderse por los callejones de la inquietud.. y sonreír, necesito volver a sonreír ante un nuevo encuentro que jamás es igual al anterior. Necesito citarm

Soy Cristiano...

            Desde hace muchos años, del cuello me cuelga un pequeño crucifijo de plata, sin rostro conocido, pero que para mí representa la huella del Hombre en el que creo. Se trata de Jesucristo  - el Hijo de Dios -, aquel que por mis latidos dio hasta su última gota de sangre. Lo amo por encima de todas las cosas materiales y sentimentales que me rodean, y asumo que seguirlo es atravesar a veces un remanso de paz y otras veces es caminar entre piedras y serpientes venenosas. Las mismas serpientes que se creen que pueden ofender y herir mi sensibilidad utilizando el nombre de mi deidad por carnaval; pobres ilusos que necesitan de mi credo para poder respirar. Ellos creen que blasfemando contra mi Dios y mis creencias harán que mis cimientos se tambaleen, cuando lo único que consiguen es que los mire con ternura y piedad desde la atalaya de mi fe. A diferencia de otros muchos “cristianos” exaltados que llevan meses sin pisar un sagrario, yo no me encabron