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Mostrando entradas de abril, 2023

Tal como vino se fue..

  Tal como vino se fue dejando un cansancio de paz adoquines maquillados por ceras estampas en las retinas del ayer.   Tal como vino se fue y el sonido de unas bambalinas aun retumba entre el olvido y el recuerdo.   Tal como vino se fue y aún tengo en los labios el aroma de Dios endulzando mis tormentos.   Tal como vino se fue echando de menos a ese ayer que me desarboló por dentro.   Tal como vino se fue no tardes en llamarme no tardes en buscarme no tardes en aparecer..

Tres años sin Tí..

  Si alguien nos hubiera dicho alguna vez que nos llevaríamos tres años sin vernos, sin sentirnos, sin confesarnos nuestras cosas en medio de la calle  Higueras  o de recogida por  Molineros , los dos nos habríamos mirado de manera pausada y hubiéramos roto a carcajada limpia al doblar la esquina de la  Plaza de las Angustias.   Pero la vida a veces tiene estas cosas… y ese alguien, sin saberlo ni pronunciarse, llevaba razón, y han sido tres años, tres malditos años en los que hemos estado  Tú  sin mí, y yo por siempre en  Tí .   Porque no ha existido un sólo día en el que no te haya nombrado. O buscado. O rogado… para que el sufrimiento que llevaba alojado en mi cintura se marchara de mi lado lo antes posible y sin hacer ruido.   Tres años de visitas casi de incógnito. Sin querer molestar. Entrando en mi casa a deshoras y sin querer llamar la atención, con la única intención de pasar desapercibido.  Por eso, cuando al fin te ví el pasado  Domingo de Ramos , yo con mi túnica,  Tú  con

Décima a la Esperanza Macarena..

Que me busquen en tus ojos si me pierdo en esta vida donde palpita la herida   que desarma mis cerrojos ese rincón de despojos   donde la sangre resuena presa, como una condena   y persigue tu cintura liberando su clausura al nombrarte, Macarena..

La niña de los tirabuzones..

  Existe en Jerez una niña que tiene los ojos calmados como el mar de levante, las manos abiertas como sólo una Madre sabe tenerlas y una ristra de tirabuzones donde Ella va ensartando los ruegos y plegarias de todo aquel que la nombra.   Y este pasado domingo decidió darse una vuelta por su ciudad, salir de su casa, de su monotonía, de su rutina… y visitar otros lugares para entornarle los ojos a todo aquel que se detuviera en los suyos.   No le pesó la  calor . Se sintió acompañada en todo el recorrido por los de su escapulario y por los que se acercaban a conocerla. Y caminó de frente, siempre de frente, … deteniéndose sobre los pies ante aquellos que más la necesitaron.    Y puedo contarle y confesarle que fueron muchos los que esa tarde sucumbieron ante Ella; entre ellos, un servidor.   Porque el sur olvidado de la ciudad es ese patio trasero de Jerez que muchos desconocen, que tiene malas hierbas en sus esquinas como todas las casas y que está cargado de humedades y olvidos.    P