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Mostrando entradas de febrero, 2023

Mi vieja medalla..

  Ella cuelga sus sueños del cabecero de mi cama.   Al llegar la noche, se queda mirándome cómo concilio mis desvelos, y hasta que mi entrecejo no se relaja, ella no se voltea y se echa a dormir.    Al llegar el día, ve cómo me alejo de su cintura mientras hago la cama, a sabiendas de que siempre estamos el uno para el otro; ella en una esquina silenciada por la humedad…  yo en un pasillo donde los recuerdos son óleos cocinados a fuego lento.    Puedo decir, sin temor a equivocarme, que ella conoce mis pensamientos más oscuros, más limpios, más sinceros…   Nunca me ha pedido nada…   Y a lo sumo, cuelga de mi cuello un par de días al año, solapando en el tiempo una fe que ella acuna cuando nadie me ve.   Su cordón -envejecido y desgastado por el aire de la cuaresma-, se va desenhebrando al compás de mis años; y el repujado de su plata ya sólo brilla cuando la noche se salpica de estrellas, y la estación de penitencia es un suspiro de media noche.   Ella no lo sabe, pero he conjugado más

Fue, es, será...

  Escribirte fue dibujarte besarte fue ser feliz.. esperarte fue soñarte y amarte fue existir..     Recordarte es silenciarme nombrarte es sonreír.. buscarte es sufrirte y verte… es volver a sentir..     Olvidarte será difícil pues mi sangre se quedó en ti… No quererte será imposible mientras vivas alojada en mí.. Poema perteneciente al poemario:”  A quemarropa.. ”

¡¡Tu decisión, nuestro compromiso!!

  El centro educativo prepara sus bodas de brillantes siguiendo el legado de Claudina Thévenet  Nombrar en nuestra ciudad al  Colegio Jesús María “El Cuco”  es hacer mención especial a una institución educativa con carácter propio, con unos pilares pedagógicos firmes y recios, y con un  código de buenas prácticas  que nos ayudan en nuestra labor diaria a contribuir en la creación de una sociedad justa, solidaria y comprometida.     Para ello, es en las  enseñanzas  y en el  carisma  que nos dejó nuestra fundadora  Claudina   Thévenet  el espejo donde nos seguimos mirando cada día, logrando que impere un espíritu de familia y de sencillez en nuestra escuela, convirtiéndola en un  segundo   hogar  para nuestros estudiantes, docentes y personal de servicio.      Con paciencia, confianza y con una educación basada en la prevención, mimamos la ilusión de nuestros pequeños cuando los acogemos en la  Etapa de Infantil  (nivel concertado y dos líneas bilingües); apreciamos sus logros y sus ide

Fuimos..

Cuando me cuento lo que fuimos  la sangre se seca,     los labios se agrietan  y los ojos me piden que no...  que no lo escriba… Pero necesito ponerle voz a mis latidos… Porque fuimos llamadas interminables. Complicidad en los más nimios detalles. Una piel solapada al escalofrío de la otra piel.   Fuimos unas manos que se buscaban en cada beso. Un  ¡te quiero !…  gritado desde un coche. Un… “ni se te ocurra no venir a buscarme…”    Fuimos dos entre la multitud. Un sueño compartido al despertar.  Una ducha juntos.    Fuimos una comida donde la camarera te regaló un par de  chupachus  por tu cumpleaños… Tus insaciables ganas de aprender… Un paseo -los martes por las tarde- por nuestra ciudad.   Fuimos un refugio de llantos. La suerte vestida con un simple perfume. El montaje de un sofá que jamás nos vio amarnos.   Fuimos el  Ave   María  de Caccini. El  quejío  del  Carli  en Villamarta. Tu cara al ver los asombros de la  Casa Pilatos .   ¿Te acuerdas cuando me afeitaste o cuando te dije

Clandestino..

  Siempre he confesado que parte de lo que soy se lo debo al mundo del carnaval.   A través de sus coplas, sus autores  y sus tipos, estoy enamorado de Cádiz, y la vida es algo más que un simple estribillo.   Y gracias a  Tino   Tovar  y su espectáculo  Clandestino,  he descubierto ese carnaval que hubo una vez con coloretes en blanco y negro, el de los miedos en los ensayos, el de las cuartetas a media voz.   Clandestino  es Cádiz con el telón a medio subir. Es un lavadero colmado de papelillos. Es un pasadizo sin luz al barrio de la Viña.   Clandestino  es el arrebato de la mano derecha de Carli al cantar. Es la emoción sostenida del delantal de Milian Oneto. Es el Subiela. Sin más. Don Ángel Subiela.   Clandestino  es la guitarra de Perico Campos enloquecida en tu memoria. Es la presencia de Ramoni en un escenario rendido a su voz. Es el  quejido  siempre esperado y envolvente de Toni el Piojo.    Cádiz  merecía un espectáculo así, donde amantes de febrero como Sergio, Julio, Manoli