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Mostrando entradas de febrero, 2020

De cenizas soy...

Mi piel, mi sangre, mis alientos.. Mi voz, mis gemidos, mis tormentos.. Mis noches, mis miedos, mis lamentos.. Todo lo que me envuelve, lo que me aprisiona, lo que jala de mi vida cuando mi vida apenas puede rastrear huellas está compuesto de cenizas. De esas cenizas grises de las que yo provengo; de esas cenizas negras a las que algún día volveré; de esas cenizas verdes que marcan y remarcan el diapasón de mis latidos. Y una vez al año, un miércoles al año, un instante efímero al año, esas cenizas se hacen presente sobre mi frente para que mi conciencia se despierte del sueño mortal de respirar. De ceniza soy… Y a ellas volveré cuando mis ojos se agoten. Cuando mis palabras sean un eco de recuerdos. Cuando todo esté acabado bajo el eco del sol y comience a sonreír en torno al brillo de un cielo aún por dibujar. Y entonces, silabearé el credo del Dios del que me alimento tras cada amanecer. Y tal como vine, nada me llevaré de este miserable mundo. Y

El Carnaval sin Ti..

La pesadilla de tu ausencia ondea sin fuerzas en torno al mástil callado de tu guitarra, y febrero está deseando descolgarse del calendario para no seguir escuchando el eco de tu nombre.  El Carnaval y tu Chusma sabíamos que este maldito año primero después de tu partida sería duro. Que habría pellizcos en el teatro, si… pero que no han sido los mismos que aquellos que tú nos regalabas tras cada genialidad… esos susurros al aire con los que provocabas al más tonto para que tuviera que detenerse a pensar. Y es que nos hemos quedado huérfanos de las cicatrices con las que tú dejabas desarbolada a la gente, al poder, a la memoria;  nos han faltado esos versos canallas que se acogían en forma de ovación cerrada o de admirada envidia;  ya no hay ni habrá esas  borderias  que tu te permitías para que el puritano se escandalizara y tus peregrinos regresaran al barrio con una sonrisa de felicidad porque su autor le había dado ese veneno con el que los mortales consumimos

Ustedes seguid...

Ustedes seguid yendo a trabajar en patinetes eléctricos. Voy a descojonarme cuando la obesidad os llame a la puerta de vuestras carnes, y en un par de años el colesterol esté por las nubes. Ustedes seguid llevándole la mochila a vuestros niños, o mejor, seguid comprándole esas mochilas de carros a vuestros vástagos, no vaya a ser que se hernien del trayecto que dista del coche a la puerta del colegio. Volviendo al maravillo mundo de la educación, ustedes seguid regalando móviles de más de 600 euros a niños de 10 años; seguid organizando sus fiestas de cumpleaños como si fueran bodas nupciales; seguid celebrando sus primeras comuniones olvidando al Dios reservado en el Sagrario; ustedes seguid pidiendo las tareas por el grupo de wasap de padres; … Ustedes seguid mirando para otro lado mientras etarras, sinvergüenzas y corruptos gestionan el país; si se me apareciera el genio de la lámpara de  Aladdin , mi primer deseo sería hacer una inmensa hoguera y dejaría caer en ella

Envenenado...

                  Todos los días del año consumo Carnaval. Ya sea para evadirme de mis problemas, para ir a comprar el pan o para que mi hijo se quede dormido.  Me gusta. No lo puedo remediar. Llámenme por ello  friki  o enfermo, pero es tanto lo que me da… Literariamente , es una fuente inagotable de talento. Musicalmente , es la banda sonora de mis penas. Creativamente , hay puestas en escenas que ya quisiera Hollywood. Ya lo dijo el poeta: el Carnaval es un  Arte Mayor para una chusma selecta ; yo añadiría que el Carnaval es la forma que tiene Cádiz de remendarse sus heridas, de sacudirse la arena de los zapatos, de escuchar a esa gente que sabe lo que es poner un puchero entre humedades y calichas. El Carnaval es la pluma de  Tino , la garra enamorada de  Remolino , el empaque del  Subiela, … ; es el regreso del  Sheriff , el soniquete de los  Molina , la ironía del  Bizcocho,… ; son los versos susurrados del  Chapa , los acordes de los  Carapapas , lo que la mira