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Mostrando entradas de mayo, 2022

Pedir perdón..

  Me contaron que se dejaron de hablar sin saber muy bien los motivos reales de sus silencios.  Fueron dejando pasar los días, esperando que uno de los dos diera el primer paso, y se convirtieron en dos perfectos desconocidos a la hora de comer. La situación llegó a tal punto que se esquivaban, evitando mirarse a los ojos y volver a sentirse uno parte del otro; una vez que uno se sienta en la silla del orgullo, poco a poco los pies se van alejando más del suelo, y lo que realmente se teme es caerse y perder ese sitio de privilegio, más por el que dirán que por lo que uno es capaz de decir.  Con lo fácil que hubiese sido entonar el mea culpa y pedir perdón… Pero que difícil se nos hace rebuscar esa palabra en nuestro interior y soltadla de vez en cuando; quizás la culpa de todo esto sólo la tenga este ser humano que nace, crece y se reproduce en un mundo tan cambiante y en el que usted y yo estamos incluidos, conformando una sociedad que por día que pasa más aislada se encuentra de sí m

Divino Reino..

  Me das aquello que el mundanal ruido me quita.   Me quitas -a tu manera- las espinas que yo mismo me voy dando.   Peregrino  de tu bello canto soy.    Condenado  eternamente a tus compases estoy.    Si Tu me dices ven…,  no dudes de que hasta tu lado yo voy.   Para ser un simple  juglar de barrio .  Un  pirata  despojado de tesoros.  Una risa macerada por purpurinas, estribillos y cuartetas con sabor a levante.    Un atardecer en calma.  Un paseo sin mirar a atrás.  Una sombra envuelta en un corazón de tiza de colores desgastados por el tiempo. Por la envidia. Por la luz de los callejones sin tinta.   Una bambalina a medio gritar.  Un  quejío  a medio imitar.  Una ovación a medio estallar.   Si me faltaran tus hechuras, mi vida estaría sorda de olas. Yerma de pasodobles.  Despoblada de tipos.  De pasacalles.  De febreros… ese mes que nunca se hace mayor en el calendario porque conserva aún sus coloretes entre papelillos de enamorado.   Como enamorado estoy yo de ti… mi  Divino Reino

Fue..

  Fue el   recuerdo   de su voz paseando bajo la lluvia.. Una  canción de Sabina  esperando el cambio de color de un imperecedero semáforo.. La s onanta  de una guitarra con las cuerdas rotas y desvencijadas..   Fue un  mensaje de wasap  frío, seco, cortante.. Una  sonrisa  tras una mascarilla de lunares en mitad de un pasillo.. Una  fotografía  a color, hecha con una cámara de las antiguas..   Fue un tiempo donde  el reloj de pulsera  se quedó a descontarse en la mesita de noche.. Una  condena  con firma de leyenda, pero sin grilletes.. Un  susurro pintado  en una azotea de barrio..   Fue un s i  envuelto entre nervios de canela.. Un  desgarro inesperado,  de los que después del grito sabes que tiene que brotar sangre.. Un  te quiero  pronunciado al aire, de esos que arañan los cristales y desvisten los miedos..   Fue un  beso prohibido , en una calle sin farolas, con la luna descosiendo hilvanes a la noche y los celos mirando de reojo por las ventanas de la envidia..   Fue una  cicat

Ámate..

  Ámate en el silencio de la noche. Ámate cuando los ojos de los demás se cierren por el cansancio y te quedes a soñar entre recuerdos por atrapar. Ámate cuando la soledad te abrigue, cuando el aire te arañe los miedos, cuando el reloj del tiempo marque el tiempo en tu reloj. Ámate despacio.  Sin prisas.  Con calma. Ámate sin mirar atrás. Cuando menos te lo esperes. Cuando nadie te espere. Ámate y ama cada una de tus heridas, de tus cicatrices, de tus tropiezos. Ámate sabiendo que hay una parte de ti que solo es tuya.  Que no es de nadie.  Que nadie puede tenerla.  Nadie puede poseerla. Ámate sin dar explicaciones. Sin que nadie te pregunte. Sin que puedas hacerte preguntas. Ámate en el reflejo de tu mirada; en ella te verás tal y como eres;  ella te mostrará tal y como eres;  ella eres tú con la luz que sólo emanas tú sin maquillaje, sin disfraz de fondo, sin arrugas ni mentiras. Ámate bajo la luz de la luna. Bajo las sombras del sol. Entre vientos sin dueño. Ámate cuando más te neces

Por barrios..

  Desde pequeño, observo el mundo para imaginarme historias, pasados y vidas con las que el mundo en sí va rodando y de esa forma mi interior va creciendo. Me fijo en destellase nimios.  Me invento nombres.  Creo a mi manera relatos que me ayudan a sobrevivir. Y la otra tarde, detenido ante un semáforo, con los cristales del coche apuntalados para que el aire acondicionado no huyera despavorido por el calor, vi una escena que me hizo sonreír por lo bajini. Serían las cuatro y media.    Yo me situé en el carril de en medio de una avenida plomiza. Una joven de no más de veinticinco años a mi diestra en su coche recién matriculado y una pareja de avanzada edad a mi siniestra, ambos peinando canas y primaveras. La joven cogió su móvil.  Abrió su aplicación de wasap, supongo.  Escribió un mensaje y lo dejo en el sillón del copiloto. La pareja guardaba silencio.  Ambos tenían la mirada puesta en el infinito.  Ambos con gafas de sol.  Ambos en su mundo de arrugas y costumbres. Y entonces mi c

Descálzate..

  Quizás va siendo hora de que dejes a un lado las prisas.  De que te recojas esa melena que enloquece al levante en un moño alto.  De que silencies tus pasos.  Tus huellas.  Tus sombras.     Y de que te descalces.  Como hacías cuando apenas tenías cicatrices.  Cuando apenas tenías arugas.    Y hazlo sin miedo al qué dirán.  Sin miedo a los miedos.  Sin tener que dar tantas explicaciones.    Y que los vecinos de tu calle no sepan qué decir cuando se asomen a cotillear para mitigar sus vacías vidas y te vean con una sonrisa perfecta.  Sonora.  Iluminada.   Atrévete a dejar a un lado esos zapatos que conocen como nadie los caminos de tus latidos, y te conocen a ti como jamás nadie llegó a conocerte, y bébete a sorbos lo que te queda de juventud. Lo que te queda de vida.   Y no cierre los ojos al besar.  No evites decir lo que sientes.  No te sientas culpable por hacer en cada momento lo que tu piel sienta.    Recuerda…  sólo tienes una oportunidad de vivir bajo el sol de esta toscana sur

Mamá Milagros..

Tengo el alma rota.   Sin consuelo.  Hecha pedazos.   No encuentro las palabras adecuadas para decirte adiós, y por día que pasa el nudo en el estómago es más grande.   Llevo media vida preparándome para esta sensación. Y estoy desbordado. En una nube. En un mal sueño. En shock.   Cuando nadie me ve, los ojos se encharcan en lágrimas.   Y cuando alguien me ve, me descompongo como un bebe al que le falta el calor de su madre.   Se que no sufriste..   Se que dejaste de vivir para que nosotros en casa viviéramos..   Se que te echo de menos..   Fuiste la esposa más abnegada..   La hija más entregada..   Y la madre más dulce -como tus roscos- que pude tener..   Te dejaste cada suspiro para que tuviéramos una vida sencilla, una vida agradecida, una vida humilde.   Y eso quiero pensar que somos: sencillos, agradecidos, humildes…   Me queda el consuelo de que hice por ti todo lo que estaba en mi mano; si mil vidas viviera a tu lado, mil veces lo haría.   Ahora tengo que vivir sin verte sent

Millonario..

  Paso a diario por un cajero, y siempre me lo encuentro ahí, despojado de hipoteca y ajeno al ritmo que la vida se empeña en seguir ofreciéndonos.   Desconozco su nombre, su habla y su patria.   Le acompaña un perro cansado por los años y con la mirada resignada; supongo que ambos se hacen compañía cuando la soledad se presenta al descorrerse la madrugada.    Él apenas sabe que existo y mucho menos que me quedo mirándolo mientras pienso en el  millonario que Aragón  dibujó para volver al  Falla  y dar un golpe en la mesa y llevarse así un primero.   Aquel millonario se bebía la vida a sorbos. Sabía que el tiempo era un tesoro que jamás regresaba. Las dentelladas que le quedaban por dar las masticaba entre pasodobles y cuartetas inmortales.   Mi millonario apenas tiene fuerzas para sonreír. El día a día es un atropello de horas sin cuerda. El sueño es el único compañero que no le hace preguntas incomodas.   Si de Aragón aprendí algo, fue precisamente a mirar a través de sus personajes