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Pequeño Capitán..

 


Hoy mi hijo Jesús cumple su primer año de vida. 

 

Un año justo desde que le vi la carita, lo escuché llorar por primera vez para agarrarse a la vida y un año se cumple ya de la foto de mi perfil donde -entre lágrimas- le susurré el trocito de un pasodoble de Carnaval.

 

Doce meses, con sus doce lunas jalando él de mí, salvándome cada atardecer sin apenas hablar, sólo con sus manitas, sólo con sus enormes ojos y sólo con su sonora sonrisa que es el eco que detienen mis pasos para poder respirar.

 

He disfrutado y disfruto de él. 

He crecido y crezco junto a él. 

He vuelto a sentir al Peter Pan que llevo dentro junto a él. 

 

Y ahora que has soplado la velita de tu primera tarta, déjame que te arrope los sueños para decirte que jamás me iré de tu lado.


 

Pequeño Capitán, tengo que enseñarte a golpear a una pelota, a hacer izquierdos en la orilla de la playa, a ver a Dios en los reflejos de una candelería encendida.

 

Pequeño Capitán, tengo que enseñarte a escribir lo que tu corazón te dicte. A curarte las heridas con el bálsamo de los amigos. A reseñar en un pliegue de tu memoria todas las miradas infinitas que sólo se encuentran en los libros.

 

Pequeño Capitán, tengo que enseñarte a caminar sin miedo. A reír a pecho descubierto. A montar en bici; a sumar momentos. Restar gente falsa. Multiplicar abrazos; A ser constante. A beberte a sorbos las primaveras. A sentir orgullo de apellidarte Espinosa González y otear el cielo sabiendo que eres un niño especial y por eso tienes dos angelitos de la guarda.

 

Y mientras yo te enseño todas esas cosas, enséñame tú el reverso de la vida para que los dos la vivamos dando un paseo de esos que acaban contigo dormido sobre mis hombros. 

 

Sabes...Yo solo puedo decirte que estoy aquí, que eres mi hijo y que por ti todo merece la pena.

 

Sabes… sólo tú podrás llamarme papa. 

 

Y créeme, estoy deseando de escuchar esa palabra salir de tus labios para que la baba se me caiga una y otra vez mientras un escalofrío de felicidad recorra mis suspiros.

 

Porque eres el regalo que la vida me tenía reservado en una esquina de la esperanza.

 

Pequeño Capitán..

 

Sonrisa de caballero 

lucero de mis latidos

diapasón de las locuras

cascabel de mis sentidos..

 

Tu sonríes..  yo te miro.

Tu te duermes.. yo te cuido.

Tu caminas.. y yo camino.

 

Te quiero mi pequeño.




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