Ir al contenido principal

Un carnaval eterno...


La vida es un regalo. Es un acorde de guitarra. Es una bola de cera desgastada por los años. La vida se puede resumir en una cuarteta de carnaval.
Y si esa cuarteta se escribe con el compás que ofrecen dos miradas que se quieren, se respetan, se aman.. el eco de ese carnaval retumbará por siempre en el teatro de los sueños.
Sueños cocinados entre fogones de risas, con el fuego bajito y lento, y un vino descorchado encima de la mesa esperando a ser compartido..
Sueños envueltos en torno a esos abrazos que alejan del frío y ahuyentan a los miedos, a la soledad, a las penitas que se cuelan sin previo aviso por las rendijas de la tarde..
Sueños que se tejen con el hilo de las palabras susurradas; que se acunan entre sábanas sudadas; que se alcanzan con esfuerzo, constancia y fe. Mucha fe.
Esa es la mirada que todos ansiamos perseguir bajo la lluvia o encontrar entre una turba adormecida de inciensos, y convertir cada uno de los besos que nos queden por robar en harapos de leyenda; esa es la mirada que yo veo cuando veo cómo se miran mis amigos Tomas y Desi.
Porque existe sinceridad entre ellos. 
Porque la palabra complicidad se tatuó una vez sobre su piel con colores de sonrisas, y desde entonces ambos respiran como si fueran un solo cuerpo, una sola persona, una sola verdad. 
Porque los dos se aman como sólo se aman dos almas que han nacido para amarse sin ningún por qué.
Espero que cada día, cuando se alce el telón de los suspiros, suspiréis por ser felices; os lo merecéis sin duda. 
Gracias por hacerme un hueco a vuestro lado. Soy un hombre feliz porque vosotros lo sois.
Y recordad… “sois la manera que tiene el mundo de deciros lo bonita que es la vida...”

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo me enamoré de ti..

           Permíteme que levante la mano y que escriba lo que mi corazón siente cuando tu nombre seduce una vez más a mis labios. Permíteme que sea un arrabalero más entre la chusma selecta que escoge tus canciones para poder vivir sin anclajes sobre los atardeceres apaleados de este mundo.   Permíteme que me empape una vez más de tu pluma, del brillo bohemio de tus ojos, de tus muñecas condenadas, atadas y maniatadas a una guitarra y que sólo se liberan cuando tu voz le susurra a Cádiz que esa costilla de tierra millonaria es tu única patria, tu único cielo, tu único universo. Ser de ti es un lujo que la vida me tenía reservado en la esquina   de un pasodoble interminable, de esos que tú compones sin miedo, sin coloretes, sin purpurina caduca y sin febrero que deshojar, y que cuando mi garganta me lo canta por lo bajini, mi piel se eriza y se desgarra como si yo fuera un nostálgico comparsista que se la da de artista.   Juan Carlos , cuando la vida se me tuerc

Se muere...

El centro de Jerez se muere. Está sentenciado. No tiene remedio; lleva meses desahuciado, y sólo falta poner sobre su lápida vital la fecha de su defunción. Duele escribir con la cólera entre los dedos y la impotencia en los labios, pero más duele ver como el jerezano de a pie mira para otro lado y saca su mirada conformista una vez más. Y como yo escribo en base a lo que siento, y de conformista ya me queda poco, junto palabras desde la rabia, la furia y la resignación que me trasmiten los ojos de esos amigos que en su día apostaron sus ahorros y sus sueños en levantar un negocio en el centro, … y ahora ven cómo el centro se va convirtiendo en un desolador cementerio. Y ya saben lo que uno encuentra cuando visita campo santo: recuerdos, nostalgias, humedades, … Quizás por eso las grandes firmas huyan despavoridas de sus enclaves estratégicos sin mirar atrás, antes de que sus clientes les paguen con coronas de flores. Quizás tenga que ver algo las chapuzas de a

Un eterno hombre COBARDE... y sus ETERNOS hombres bonitos

Cádiz, ven.. déjame que te tome de la cintura para dar un paseo por la orilla de tus susurros, y permíteme que dibuje sobre la caricia de cada ola la historia de un niño que se hizo grande entre cobardes y milagros . Prometo que no te entretendré mucho.. Sé que llevas unos días cosiéndole al atardecer sombras y ecos donde los suspiros pedirán perderse entre tipos y coloretes; sé que estas sacándole brillo a los zaguanes de las casapuertas para que las voces que hablan por ti contagien de vida a propios y a extraños; sé que te están dejando reluciente ese castillo de papelillos donde las ilusiones se maquillan con esperas y nervios;… pero yo necesito contarte la historia de uno de los tuyos. Así que, descálzate y ponte cómoda.. Se trata de uno de esos requiebros al que tú le distes la vida -un mes de febrero-, y que nació con el don de quererte y de llevarte entre sonrisillas por todos los confines del mundo. Se trata de uno de esos locos de atar que doremif