
Si tu dejaras la ventana entreabierta
escalaría por ella para escuchar tus suspiros,
desnudaría mi silencio al pie de tu casapuerta
y a mi corazón le daríamos un respiro.
Si tu dejaras que oteara tu horizonte
hallarías en él la razón de mis desvelos,
pues mis huellas persiguen la luz de tu norte
y mis sombras orillean tus anhelos.
Si tu dejaras que mi piel respirase por tu piel
las quimeras se alimentarían sólo de tí,
mis labios saciarían a media noche su sed
y daría motivos a la vida para volver a reír.
Si tu dejaras los recuerdos anclados a sonrisas
emanarían de tus besos los sabores,
al mediodía navegaríamos entre caricias
y por mis brazos se escaparían los temores.
Si tu dejaras que la locura rompiera
la pasión que encierra tu cintura,
envenenaría mi alma si pudiera
y con mis manos me ataría a la luna.
Si tu dejaras al borde de los sueños
los deseos con que perfumas mis sábanas,
rebuscaría esa fragancia por el Universo
pagando, con mi sangre, en las aduanas.
Si tu dejaras de respirar por mí,
el tiempo, a tus pies, lo envolvería;
las olas del mar, las detendría;
el susurro de mi voz, lo compartiría;
las llagas del futuro, se aliviarían;
mi piel, con tu nombre, me tatuaría;
las murallas del miedo, vencería;
por desiertos, en tu busca, caminaría;
entre bosques sin raíces, me perdería;
con sigilo a tu mirada, me acercaría,
y en el balcón de tus gemidos, escucharías,
que mi vida, y mi muerte, a tí, pertenecerían.
escalaría por ella para escuchar tus suspiros,
desnudaría mi silencio al pie de tu casapuerta
y a mi corazón le daríamos un respiro.
Si tu dejaras que oteara tu horizonte
hallarías en él la razón de mis desvelos,
pues mis huellas persiguen la luz de tu norte
y mis sombras orillean tus anhelos.
Si tu dejaras que mi piel respirase por tu piel
las quimeras se alimentarían sólo de tí,
mis labios saciarían a media noche su sed
y daría motivos a la vida para volver a reír.
Si tu dejaras los recuerdos anclados a sonrisas
emanarían de tus besos los sabores,
al mediodía navegaríamos entre caricias
y por mis brazos se escaparían los temores.
Si tu dejaras que la locura rompiera
la pasión que encierra tu cintura,
envenenaría mi alma si pudiera
y con mis manos me ataría a la luna.
Si tu dejaras al borde de los sueños
los deseos con que perfumas mis sábanas,
rebuscaría esa fragancia por el Universo
pagando, con mi sangre, en las aduanas.
Si tu dejaras de respirar por mí,
el tiempo, a tus pies, lo envolvería;
las olas del mar, las detendría;
el susurro de mi voz, lo compartiría;
las llagas del futuro, se aliviarían;
mi piel, con tu nombre, me tatuaría;
las murallas del miedo, vencería;
por desiertos, en tu busca, caminaría;
entre bosques sin raíces, me perdería;
con sigilo a tu mirada, me acercaría,
y en el balcón de tus gemidos, escucharías,
que mi vida, y mi muerte, a tí, pertenecerían.
Muy sugerente.
ResponderEliminarSaludos