
Levantaremos murallas con almenas que sonrían,
sonreiremos cuando sus pies se bañen en dulzura,
enjuagaremos nuestras pieles con perfumes de ternura,
brindaremos con ella cuando nos visite al mediodía.
Vestiremos con encajes de fiesta a la tristeza,
le daremos la mañana libre al desahogo,
ajustaremos la alegría, hasta que consigamos el tono;
colgaremos guirnaldas a la luna ampliando su grandeza.
Saldremos a la calle con coloretes en la cara,
venceremos al sueño paseando entre recuerdos,
confiaremos nuestra suerte para que la propaguen los vientos,
no permitiremos que el cansancio gane la batalla.
Danzaremos alrededor de hogueras primaverales,
nos tomaremos de su cintura al resurgir la pereza,
acariciaremos palabras que denoten su belleza,
suspiraremos al recordar aquellos encuentros pasionales.
Y cuando el Sol, reconcomido de celos, nos pregunte
el por qué de tanta fiesta,
señalaremos a nuestro corazón
latiendo por tu presencia.
Dedicado a mi dulzura particular.
¡Hola Alberto!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta frase:
"enjuagaremos nuestras pieles con perfumes de ternura"
¡muxus!
Precioso, me ha llegado la frase "no permitiremos que el cansancio gane la batalla", muy, pero que muy buena.
ResponderEliminarMe ha parecido tremendamente delicado. Todo él. Muy bonito. :)
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