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Lenguas amordazadas

    Mi amigo Juan es peluquero y pasa consulta durante toda la semana con unas tijeras y con un peine en sus manos allá por la zona sur. Desde que es padre sabe que su vida ya no es la misma, pero mantiene intacto su carácter amable y bonachón que hace que siga siendo buena persona y que yo sea fiel a sus cortes de pelo. Siempre ha existido complicidad entre ambos y me gusta escucharle hablar porque cuando el pueblo habla a pie de calle, el pueblo se mira a sí mismo sin ambages ni celosías. El pasado viernes me resultó duro oírle decir que en esta sociedad tan democrática, tan vanguardista y tan liberal apenas existe la libertad de expresión; y si ésta existiera, la estamos utilizando rematadamente mal   Y creo que mi amigo Juan tiene parte de razón. Vivimos en una sociedad que avanza a pasos agigantados pero que, a la par que nos aísla, sigue anclada a esa criptonita  que los poderosos, los políticos y los mandamases se guardan en el bolsillo y ...

De repente

          De repente todos los telediarios llevan una semana hablando de ello; de repente todas las tertulias radiofónicas rellenan sus espacios con su nombre; de repente todos los periódicos escriben crónicas con esta nueva hazaña del pueblo;… Y es que, sin previo aviso y saltándose el guión, de repente sale a escena el nombre de Gamonal, que resulta ser un barrio anclado en Burgos, y ya tenemos montada la primera cortina de humo del año. Hasta hace dos días nadie sabía de su existencia, y mucho menos que hubiera un barrio con problemas de bulevares y aparcamientos; de hecho, muchos no sabían ni que existía Burgos como tal. Pero existe, y sus vecinos existen, cacerola en mano y piedra volando, y con sus protestas, sus altercados y sus paralizaciones han conseguido una utopía democrática: esa que dice que los gobernantes tienen que escuchar al pueblo y no solo cada cuatro años.   Podemos estar de acuerdo o no en sus fines y en sus medio...

Lágrimas de Cocodrilo

                  El pasado miércoles, mientras me montaba en el coche para seguir con mi rutina de clases particulares, vi la realidad que nos consume. Una hora antes, al poner mis pies a andar sobre la acera, detuve la mirada en el escaparate que tenía justo a mi izquierda, observando el desfile silencioso de unos cuantos maniquíes ataviados con trajes de comunión – horrorosos por cierto- esbozándose en mi cara una leve sonrisa. Una sonrisa que surgió tras el pensamiento de que aún era demasiado pronto para visitar esta tienda pues todavía estamos digiriendo polvorones y turrones a la hora del postre. Y mire usted por donde que, una hora después, para sorpresa de mis pensamientos – y de mis sonrisas-, allí estaban, en el centro de la tienda, presas de la situación y asintiendo a todo con la cabeza unas pequeñas que, en vez de estar jugando con sus muñecas y sus coches de capotas, estaban  las pobres rodeadas de varios ...

Querido Reyes Magos

   Esta tarde que volveréis a regar con ilusión las calles de mi ciudad, que vuestro cortejo estará formado de nuevo por el paso inocente de los que a la vuelta de la esquina están despertando a la vida y que repartiréis regalos y caramelos -a diestro y a siniestro- desde la atalaya de vuestras carrozas de ensueño,… esta tarde volveré a creer en vosotros. Después de algunos años dándole la espalda a vuestro milenario reinado, esperadme que iré a buscaros bien temprano. Supongo que no hará falta que cierre los ojos y pregunte por ustedes, puesto que la magia que envuelve estas horas sabrá indicarme el camino para ir a vuestro encuentro. A pesar de mi edad jamás os he olvidado, y probablemente este sea el año que más os necesite al llegar el fin de la Navidad; la luna ha cumplido con creces su encargo, ese de barnizar con ilusión a todo aquel que respire algo de humanidad, desde el más grande hasta el más pequeño, desde el más inocente al más canalla, desde el m...

Balance

Horas antes de que este catastrófico año 2013 expire y se quede sepultado en algún pasillo de la memoria, de esos que todos tenemos y que con el paso de los días se irán revistiendo de polvo y humedad, la tarde del 31 tengo una cita con la costumbre. Desde hace años me gusta buscar un rato para buscarme bajo la soledad de un folio en blanco y repaso, con una leve línea en medio, lo bueno y lo malo que ha traído este año que agoniza bajo las hojas de su calendario. Es una simple tradición que finaliza con la quema de dicho papel y viendo cómo esas cenizas que forman parte de mí serán el punto de partida para un nuevo año que asoma levemente su cabeza. Y este año que apura sus últimas horas ha tenido de todo. Encontraré que en lo personal el silencio ha sido el mejor aliado para no hacerme daño ante la indolencia de los de mi misma sangre; quizás algún día estalle, quizás algún día se den cuenta, pero por ahora prefiero guardar mis gritos para evitar que el arrepenti...

Sorteos

La Navidad trae consigo, aparte del frío y la lluvia para que los caminos se hagan, recuerdos, buenas intenciones y sobre todo, días de muchas ilusiones. Hoy precisamente es uno de esos días rebosantes de ilusión. Gracias al Sorteo de la Lotería, la mayoría de nosotros soñaremos con  castillos en el aire e hipotecas pagadas mientras de fondo se oyen las voces de los niños de San Ildefonso. Si ya de por sí apenas me gustan estos días, este en concreto se presenta como el menos indicado, quizás porque nunca me ha tocado nada en dicho sorteo, quizás porque no soporto el efecto secundario de tener que ver a un grupo de desconocidos festejando su destino en torno a unas botellas de champán, mientras te dices a ti mismo: “ ainssss, si yo pillara ese dinero ”. Conociéndome como me conozco, si algún día la diosa Fortuna llenara mis bolsillos de euros y más euros, creo que sólo se enterarían de ello unos cuantos amigos que hacen que a pesar de la que está cayendo y de la ...

La Esperanza

Desde pequeño crecemos con el convencimiento de que la esperanza esconde esa última mirada que nos encuentra entre la multitud; que en el  silencio de la noche guarda el último aliento que nos empuja a seguir; que sin abrir la boca nos ofrece las últimas palabras que hacen que de golpe se sequen la lágrimas que tiempo atrás abandonaron nuestras mejillas. A medida que nuestra piel tarda más tiempo en mudar su color, una voz consejera, surgida del lugar más inesperado, nos hace ver que la esperanza es lo último que se pierde, pero cuando te armas de valor para preguntarle cómo se cuida, dónde habita o cómo se acuna para que nunca nos falte, no hay respuestas ante este misterio de la vida. Yo, que he esperado para ser mayor y encontrármela por la calle, o sentirla entre los acordes de una melodía, o abrazarla en la infinita paz que nos ofrece un atardecer de olas y espumas de invierno, aun no la he encontrado, y lo peor de todo, es que siento que la he perdido. Perd...