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Mi Héroe..

Ahora que el mundo espera la llegada del  Mesías  en torno a villancicos y zambombas, permitidme que escriba bajito lo que a gritos le he contado cientos de veces al mejor de los nacidos.   Él  mejor que nadie sabe lo que siento cuando el tiempo nos acerca a la Nochebuena y los Reyes Magos visitan hogares y zaguanes. Y es que no me gusta la  Navidad . La respeto, pero no la soporto. Convivo con ella, pero apenas la miro a la cara. Ella va por una acera, mientras que yo camino en silencio por la otra.   Y eso que lo he intentado. Por activa. Por pasiva. De todas las formas posibles. Con todas mis fuerzas…  Pero no me sale el postureo, la falsedad y el  bienqueda  de estas dos semanas de consumismo y prisas.  No me siento cómodo deseándole buenos deseos a personas miserables que me dejaron tirado primaveras atrás y me enseñaron el cristal de su soberbia; yo a ellos los he perdonado, ellos a mí aun no. No soy capa...

Decir no...

La otra mañana estuve hablando sobre la importancia de  decir   no  a ciertas cosas, a ciertas proposiciones, a ciertas realidades que nos rodean…  Y de una manera u otra llegamos a la conclusión de que es más necesario de lo que nos creemos, aunque tengamos que hacer un esfuerzo sobrehumano, y nos cueste un mundo verbalizarlo. Y nos cuesta tanto verbalizarlo por el miedo que tenemos al rechazo, al que dirán los demás y a herir susceptibilidades. Nos cuesta tanto verbalizarlo porque no tenemos recursos ni habilidades suficientes como para decirlo de forma natural; nadie nos ha enseñado y no sabemos cómo hacerlo, en definitiva. Y nos cuesta tanto verbalizarlo por nuestra educación, por nuestra cultura y por nuestras raíces familiares. Pero es de suma importancia aprender a  decir   no , ya que de lo contrario estamos condenados a perder el control de nuestra vida e iremos acumulando en nuestra memoria una rabia innecesaria por no hacer lo que ...

Un carnaval eterno...

La vida es un regalo. Es un acorde de guitarra. Es una bola de cera desgastada por los años. La vida se puede resumir en una cuarteta de carnaval. Y si esa cuarteta se escribe con el compás que ofrecen dos miradas que se quieren, se respetan, se aman.. el eco de ese carnaval retumbará por siempre en el teatro de los sueños. Sueños cocinados entre fogones de risas, con el fuego bajito y lento, y un vino descorchado encima de la mesa esperando a ser compartido.. Sueños envueltos en torno a esos abrazos que alejan del frío y ahuyentan a los miedos, a la soledad, a las penitas que se cuelan sin previo aviso por las rendijas de la tarde.. Sueños que se tejen con el hilo de las palabras susurradas; que se acunan entre sábanas sudadas; que se alcanzan con esfuerzo, constancia y fe. Mucha fe. Esa es la mirada que todos ansiamos perseguir bajo la lluvia o encontrar entre una turba adormecida de inciensos, y convertir cada uno de los besos que nos queden por robar en harapos de le...

La soledad de Tu mirada..

        Sin darnos cuenta, noviembre encendió hace unos días los braseros de picón entre bostezos de luna y comenzó a deshojar fríos de escarcha junto al calor de los abrazos. La luz de la primavera aguarda paciente en un zaguán del tiempo a desvestirse de tarde, y las calles de la ciudad  agiraldada  desandan las baldosas de los recuerdos a estas horas para secarle las penas a la  Amargura … Secarle las penas a la  Amargura .. bendita quimera de cofrade… Porque nadie puede secarle las lágrimas al eco mudo que respira soledades tras los muros de San Juan de la Palma. Ni siquiera ese Discípulo Amado que estos días acomoda sus silencios tras los cierros de su  sevillania  y que, cuando el cerrojo de la iglesia enmudece, corre despavorido hasta donde  Ella  remienda tinieblas y letanías para envolverla con las manos, con el alma, con la palabra ausente y callada. Pero es que en torno a  Ella  todo ...

Patrimonio Inmaterial...

Ahora que noviembre se apresura a arrancar hojas del calendario y que el frío se va desperezando por las rendijas de la noche, uno siente que vivir tras las fronteras de  Jerez  es un verdadero lujo. Siempre lo he sentido así. Siempre he presumido de ello. Y, sobre todo, siempre se lo he confesado a los vientos.  Y esos vientos, que son los encargados de ir moldeando lienzos, espadañas y rincones, también son los encargados de acariciar con mimo esos otros patrimonios inmateriales que están ahí y que nos hacen ser poderosamente ricos. Patrimonio  como esas nubes blancas con sabor a castañas asadas que salpican las esquinas de la costumbre o esas voces que ensayan villancicos para acunar un año más la llegada del  Niño Dios. Patrimonio  como esos ecos que el tiempo cose a sus entrañas cuando una guitara llora compases flamencos o una saeta se acomoda sobre el alambre  cuaresmado  de un puñado de adoquines. O  patrimonio  co...

Será la Luz...

Paseaba la otra mañana mis silencios por Cádiz, cuando clavé mi mirada en el horizonte que ante mí se descubría, y pude saborear hasta el salitre de un mar que porfiaba sin descanso con los vientos. Mientras que las nubes que algún Dios pintaba a lo lejos venían y se iban a paso lento, el sol estampaba caricias sobre las azoteas revestidas de ropa.   El cielo era un sueño embebido de abril. El tiempo se perdía por las esquinas. Los espejos reflejaban cenizas, latidos, cicatrices rotas, … Pero si algo hacía diferente aquella fotografía de tiza que ante mí se estaba revelando era la luz que proyectaba la propia luz… Una luz que hace que los problemas de la gente del sur sean los mismos problemas que los problemas de la gente del norte, pero amortiguados por estos lares por la ironía, la risa y el saber atemperar los nervios.   Una luz que hace que el dolor que uno siente cuando lo están pisoteando de manera injusta en el trabajo, o en la amista...

Ese día...

Cuando la noche comenzaba a embriagar las calles con humo de castañas y manos rebuscadas en los bolsillos,  Tu  nombre volvió a recorrer -por el canal de los escalofríos-, las arterias de mi cuerpo. Que curiosa es la vida a veces,  Señor. Justo en el día en el que más presente te he tenido,  Tú   has aparecido por el precipicio ajado de mis labios, y a tu manera… has calmado la tempestad de mis miedos, has secado mis lagrimas empapadas de cristales, has hecho que el corazón se desboque en la orilla de una media sonrisa.  Ya dijo el genio aquello de que Dios nunca juega a los dados; y en las aristas de los míos, se puede leer  Tu  nombre del derecho y del revés.   Por eso, en la frontera que marzo ha delimitado para que tu túnica reparta  Salud , yo iré a buscarte, con las huellas de mis promesas hecha jirones, con el espasmo de las quimeras acomodadas sobre mi cintura, con la retina de mis ojos a punto de rompe...