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Los del croquetazo

                                                 Cuando las arrugas del tiempo se paseen por mi piel entre nostalgias y recuerdos,  estoy seguro que  sonreiré al pellizcar aquello  que viví en la Semana Santa de este  año 2014.   Sin haber llamado a la puerta de nadie, sin haberlo buscado y, sobre todo, sin haberlo esperado, de un día para otro me vi envuelto en un programa de radio sin dial, hablando de cofradías con aquellos a los que desde siempre admiré en la distancia.  Reconozco que me está costando asimilar que he formado parte de vuestros agobios, de vuestras miradas, de vuestros estropeados cables,.. y a mi manera, silenciosa y calladamente he aprendido un mundo de cada uno de ustedes.  Espero que  con el tiempo  p...

En una semana...

    La Semana Santa de este año 2014 llegó a su fin y centenares de cofrades jerezanos -y no tan jerezanos-, guardarán entre recuerdos, estampitas y dolor de pies esta semana donde la lluvia ha tenido el detalle de no sacarse su papeleta de sitio. Fue en el momento en el que los cuatro zancos del palio de la Piedad arriaron definitivamente su pena callada en la capilla del Calvario cuando todo se consumió y las agujas del reloj comenzaban a rondar las cuatro de la mañana. A esa hora las fuerzas ya flaqueaban, y los rostros delataban cansancios en todos aquellos que buscamos a Dios y a su bendita Madre a través de la devoción de las maderas talladas y de los sentimientos que sólo un izquierdo, una saeta o una candelería encendida nos puede trasmitir. Pero los que amamos esta forma de amar estamos hechos de otra pasta, y nos recomponemos con facilidad del golpe que supone abrir las puertas a la nostalgia. Ya solo nos quedan 51 domingos para que todo vuel...

La gran desconocida

           Escuché esta frase sobre el Teatro Villamarta hace un par de años en referencia a nuestra Semana Santa, ésta que hoy se llena de palmas y de ramos, y daría lo que no tengo en los bolsillos para que en un futuro esta frase desapareciera de mi mente.  Si fuéramos capaces de vernos con ojos de forasteros… otro gallo nos cantaría, y sobre todo les cantaría las cuarenta a esos jerezanos-cofrades de a pie que en estos días de bulla, de inciensos y saetas sólo buscan graduarse 'Cum Laude' en el noble ejercicio del critiqueo y de tirar por tierra todo lo nuestro.  Seguro que alguno de ustedes conoce a algún jerezano-cofrade de a pie, ese al que le encanta asomarse a la ventana de lo ajeno para admirar todo lo que venga de afuera mientras no es capaz de sacudir el polvo de su casa por miedo a enamorarse de su propia sombra.  Al jerezano-cofrade de a pie le gusta ir a los actos sociales de la Cuaresma, tales como besamanos, funciones p...

Pasen... y vean

           La otra mañana recibí una de esas lecciones de vida que no cabrían en los libros de texto de ninguna editorial por mucho empeño que éstas pusieran. Sentados sin prisas en un banco de la Plaza del Arenal, tres jubilados hablaban de sus cosas con la sabiduría y la libertad que se acumulan entre las arrugas de sus manos, mientras algunas palomas sobrevolaban las cornisas de la fuente en busca de algo para desayunar. En un cuarto de hora solucionaron la crisis, el paro, la cadera del Rey, los palcos de la Carrera Oficial,… Tras escuchar algunas de sus respuestas reconozco que sonreí, y me di cuenta de que quizás ellos podrían ayudarme a entender cómo estaba respirando nuestra ciudad en estos primeros días del mes de abril.   El primero me indicó que a Jerez el invierno le sentaba mal, que esta ciudad es más de terracita que de estufa. El segundo me dijo que a los jerezanos nos gusta mucho mirar por las ventanas, y que cu...

¿Quién es ese?

              Circulan un par de videos por internet donde se les pregunta a unos cuantos jóvenes por la figura y el legado que deja tras de sí el presidente Adolfo Suarez. Son una muestra más de nuestra excelente incultura y de la poca ternura que todos le ponemos a algo tan importante y tan esencial como es la historia de nuestra patria, esa que lamentablemente soterramos cada día entre odios y memorias históricas. Les invito a que se pasen a verlos cuando ustedes quieran; quizás sientan lo mismo que yo sentí la otra tarde al verlos: vergüenza ajena. Vergüenza ajena ante las respuestas que libremente estos jóvenes daban, sin ningún tipo de pudor o decoro. Vergüenza ajena ante la actitud chulesca que presentaban estos mismos jóvenes a los que España y su pasado se las trae al pairo. Vergüenza ajena porque de un plumazo sepultaron el recuerdo del que con sus propios ojos entendió que “ la concordia fue posible ”. Los maestr...

Jamás te acostumbras

        La vida quiso que un día me viera estudiando para tener en mi pared el título de maestro. Y me sentí tan a gusto estudiando esa carrera que no contento con una, hice dos; así que podría decir que soy maestro por partida doble y que sólo me falta la pared para colgarlos. Por lo visto -y por lo sabido-, ser maestro en Jerez está envuelto de leyendas taurinas y mucha guasa ribeteadas con gotas de envidia, leyendas y envidias que antes rebatía y a las que desde hace tiempo hago oídos sordos. Pero aunque parezca un ejercicio de desnudez sensata, antes que maestro soy persona.  Y como todas las personas tengo atardeceres bohemios y cielos nublados de estrellas, seco lágrimas a escondidas y envuelvo sonrisas en cualquier plazoleta, me ahoga esta puñetera crisis y colecciono sueños que se me escapan de entre las manos,…    Y esta semana que hoy domingo pide descansar es quizás cuando más persona que maestro soy. Porque por much...

Te debo una

            El primer lunes de Cuaresma la imagen de Jesús Nazareno salió de su capilla de San Juan de Letrán, primero para ir al Alcázar y luego para  visitar la Santa Iglesia Catedral, presidiendo este año el Vía-Crucis que anualmente organiza la Unión de Hermandades de nuestra ciudad. Como hermano de Jesús que soy desde el principio de los tiempos viví una jornada de felicidad absoluta, puesto que el cosquilleo que llevaba todo el día metido en mi barriga delataba que era un día grande para mi hermandad y para los míos. Desde que la mañana asomara sus destellos por la Alameda Cristina comenzó a dibujar sobre el óleo de la ciudad una tarde de ensueño para que todo un pueblo pudiera disfrutar de un Jesús que a nadie le dijo que no, y de un cortejo que a todo aquel que llegaba les abría sus brazos de par en par para que se acomodara en cualquiera de sus rincones.   Guardaré eternamente en mi memoria el instante de la salida; esa l...