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Mostrando entradas de enero, 2025

Ratatatata

  Y regresó Jesús al Teatro Falla una noche de enero, y un vendaval de ocho años arrasó todas las butacas y cada uno de los palcos del Coliseo Gaditano . Por primera vez en mi vida, vi a una rata bonita, necesaria, bienvenida.  Y que nos dure, al menos, tres pases más. Jesús volvió al escenario que lo vio crecer, rodeado de voces amigas para gritarle a Cádiz que se despierte de una puñetera vez, y dio un golpe en la mesa que retumbó toda la madrugada. Él, como hijo de la sal y del compás del 3x4, ve cómo su pueblo adormece sus penas pescando en la orillita de la desidia, y le duele, le hiere, le provoca miedo. Qué diferencia más grande existe entre el gaditano que nace donde le da la gana y el que tiene la suerte de nacer cerquita del Arco de San Rafael. Qué músico tiene Cádiz en sus entrañas… Por que cuando uno escucha, ve y asiste a cualquier espectáculo de Jesús, uno siente envidia de cómo se hace eso. Y lo que nos queda es disfrutarlo. Balsero de noches estrelladas...

Sigues siendo Tú…

Por mucho que pasen los años, y por muchas cicatrices que ambos llevemos en la piel, a los dos nos basta un simple gemido para desnudarnos el alma. Yo transito por tus sombras, y tu sombreas mis palabras. Yo canturreo tus estribillos, y tu me coloreas con tu nombre cada centímetro de mi espalda. Eres mi refugio de piedra, mi cantón de silencios, mis paseos de primavera; mis ruegos y preguntas, mis guiones sin acotaciones, la respuesta a mis lágrimas; una ciudad troceada en sus calles por el corazón de trovadores sin voz, la excusa que Dios tiene por febrero para hacerse de nuevo mortal, la melodía con la que el viento enamora a sus torres y a sus miserías. En esta vida he perdido más amores que llaves, pero si te perdiera a ti, crisol de miradas que en un pasacalles se santiguan con coloretes de sal, dudo mucho que pudiera volver a levantar los ojos. Porque eres el sueño de los platillazos de noviembre, el aplauso de los nervios que tras una cortina roja despereza al tiempo, la ciuda...

Mbappé

  Era cuestión de tiempo que despertará, y lo está haciendo destilando de sus botas clase y elegancia. Fino. Decisivo. Y con la sonrisa de jugón en su rostro, verle es una delicia cada vez que encara hacia la portería rival, o cada vez que se relaciona con sus compañeros, o cada vez que festeja algún gol. Tiene  estrella . Y el mundo del fútbol lo sabe. Como les decía, era cuestión de tiempo que empezara a jugar como él sabe hacerlo porque el talento de este jugador está fuera de toda duda, sobre todo cuando conduce la pelota por la banda izquierda, a pierna cambiada, acelerando como un potro desbocado, y frenando como el que se detiene ante una rosa para aspirar su olor.   Mbappé  es así, y así es  Mbappé . Disfrutémoslo porque jugadores así salen muy pocas veces y son de ese tipo de jugadores por los que merece pagar una entrada de fútbol. Kilian Mbappé…. Tremendo jugador