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Creo en Tí..

 

Yo creo en Dios.


Creo en Él.


Tengo mis motivos.


Tengo mis razones.


Creo en su Palabra. En su magisterio. En su divinidad.


Creo en su bonhomía. En su infinita gracia.


En la forma que tiene, que tuvo y tendrá de susurrarme las cosas.


Creo en su Todopoderosa creación. En los guiños que cada día suelo encontrar en torno a su nombre. En los detalles nimios que suele dejarme cerquita de la luz de mis rezos.


En definitiva, tras más de cuarenta años y algunas canas, creo en Dios


A pies juntillas. 


De manera indudable. De manera sencilla.


Y es que yo creo en ese Dios hecho madera o hecho Forma.


En ese Dios echo Virtud que paraliza mis horas.


En ese Dios que subraya los renglones de la vida cuando la vida es un desagüe de llantos.


Lo encuentro sin buscarlo.


Lo llamo sin mencionarlo.


Lo tengo cuando me caigo.


Creo en Dios por culpa de mi abuela, que me enseñó que más allá de las nubes la esperanza es un rayo de vida.


Creo en Dios cuando varias personas lo nombran y en su nombre, edifican los cimientos de la fe.


Creo en ese Dios que habita en la yerbabuena de los pucheros, en las camas de hospital, en el fondo de los mares…


En ese Dios que vemos cuando alguien nos da un abrazo, o nos dice te quiero, o se acuerdan de uno cuando están de viaje…


En ese Dios que llama a tu puerta por las tardes y que hace que la soledad se espante en torno a un café, unas vecinas, y un ratito de risas y confidencias…


Por eso, … 

 

Creo en TiSeñor

creador de luces y sombras

 

Creo en TiSeñor

dedal que todo lo bordas

 

Creo en TiSeñor

manantial que se desborda

al llegar la primavera

y los cofrades te nombran

te buscan y te persiguen

como sed que reconforta

a sabiendas que ante Ti

toda sangre se alborota. 

 

Creo en TiSeñor humilde

 

Creo en TiSeñor calmado.

 

Creo en Ti, porque resides

en cada uno de mis pasos

en los ecos de mi voz

en todo lo que has creado

en mi mirada de niño

en mis huesos desolados

y en esa forma sencilla

de decorar mis fracasos

cuando las horas se agrietan

en mis andenes parados.

 

Creo en TiSeñor silente

 

Creo en Ti, Señor amado

 

Creo en Ti, principalmente

porque la vida me has dado.

 

Creo en TiSeñor


Señor, creo en Ti


Y aquí mismo lo declaro

confesando entre palabras

mi testamento escribano

que te quiero con locura

y que te suplico a diario

para que Tú me susurres

y me sacudas los llantos.


Creo en TiSeñor del cielo

y de todo lo soñado.


Creo en TiSeñor del duelo

más escrito y más llorado

 

Creo en TiSeñor eterno

el Verbo más esperado

el retal donde mis sueños

tus ojos van solapando

y el motivo de que aquí

la fe no se haya apagado.


Señor, creo en Ti…


En Ti creo, Señor

 

Y cuando ese día llegue

y todo se haya acabado

te buscaré la mirada

que me tuvo enamorado

y le gritaré a las nubes

y a los cielos estrellados

y a los ángeles de Gloria

y a San Pedro el encargado…

que siempre creí en Ti

mi Prendimiento callado

y que mereció vivir 

y jugarme lo jugado

si al final de mi destino

 me aprietas de la mano.

si al final de mis suspiros

 me sientas a tu lado.




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