Niégame tus besos y tus miradas. Niégame tus palabras y la calma de tu voz. Niégame el lado salvaje de mi cama. Niégame el llanto, las risas, el dolor. .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Niégame los versos escritos sobre tus ojos. Niégame la sal siendo la herida. Niégame el calor de los escalofríos. Niégame el faro de mis malditas heridas. .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Niégame los nervios, los pespuntes, los recuerdos. Niégame las huellas, los amaneceres, el tiempo. Niégame la compañía, tu nombre, el manantial de los sueños. .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Niégame lo que fui, lo que soy, lo que nunca seré. Niégame frente al espejo de tu presente. Niégame tu perfume revoloteado por tizas blancas Niégame el refugio de las noches más ardientes. .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Niégame el calo...