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Linea fronteriza

Dentro de poco tendremos en los buzones de casa la tan ansiada propaganda electoral, con esos sobres de colores y esos programas dirigidos a nuestro nombre, donde con la intención de conseguir nuestro voto nos recuerdan que Andalucía es la tierra de todos, y que como jerezanos nos debemos de sentir orgullosos de nuestra sangre. Un trámite que en la zona sur estamos deseosos de volver a vivir. Para el sillón de la Junta creo que no existimos, pero es que para el sillón de la calle Consistorio número 15 somos ese grano en el culo que la ciudad tiene y que solo se acuerda de resanar cada vez que se mueven de sitio las urnas de los votantes. Y dentro de poco habrá alguien que tenga que limpiarles el polvo a decenas de urnas para que los vecinos de una zona maltratada y olvidada ejerzan un derecho constitucional que no sirve para nada. Ahora vendrán a preocuparse por la Laguna de Torrox, a hacerse la foto delante de campos de futbol que llevan meses en obra, e inauguraran...

Me gusta...

                      Me   gusta cuando tus manos acompasan mis suspiros, cuando tus palabras sostienen mis cansancios, cuando sin darte cuenta me rozas con tu mirada…  Me gusta cuando ahuyentas mis miedos, cuando escuchas mis silencios, cuando me tiendes tu mano sin yo pedirte nada…  Me gusta cuando me indicas el camino a seguir para que mis huellas permanezcan, a pesar del tiempo, a pesar de los olvidos, a pesar de la locura o de ese horizonte que nos separa cada noche cuando la luna se viste con polvos de estrellas...  Me gusta cuando me dejas con el alma pellizcada, cuando en los recuerdos tatúas tu sonrisa, cuando sobre mi piel pones piedrecitas de papel para que juntos recorramos de puntillas los recovecos de las cosquillas...  Me gusta cuando me susurras al oído que andas de los nervios por mi culpa, que aquel pacto de quererte por los acantilados de los miedos sigue vigente, que es mi nombre el so...

Entre mis cartones

Mientras que tú y yo andamos estos días evitando este frío polar  con calentadores, bufandas y forros polares, cerquita del calor que desprenden los tabiques de nuestro hogar cientos de personas esperan que el sol se adueñe de las tardes para poder seguir esquivando al destino.     Es una realidad que está ahí, por mucho que ambos queramos ignorarla.    Forman parte del teatro de la calle, figurantes que hablan con las esquinas, conquistadores de cajeros nocturnos por donde desfilan sus quimeras, vagabundos de la vida -con las manos sucias y vacías-, que mascullan entre dientes pisadas de indiferencias. Pero tranquilo, que hasta este rincón de sueños no voy a traer el nombre de alguna de estas sombras que deambulan por el bordillo de las miradas como si fueran espectros abandonados que en algún momento de sus vidas perdieron la esperanza de vivir. Hoy no van por ahí los tiros de mis palabras.   Hoy me vas a permitir que me riña ...

#RoneadeJerez

Por una vez en mucho tiempo, los jerezanos estamos siendo los mejores embajadores de nosotros mismos, de nuestra bendita tierra y de nuestra forma de ser y entender la vida. Hemos dejado a un lado la envidia y esa sensación que nos abraza cada noche de que somos inferiores al resto del mundo, y como una llamada a filas hemos levantado nuestra cabeza para sentirnos orgullosos del latido de nuestra piel. Y la culpa de todo esto la tiene esa etiqueta o “hashtag” que circula por las redes sociales con el nombre de #roneadejerez. La idea surge hace unos días en un viaje a Málaga que llevan a cabo, entre risas y confesiones, un par de amigos que se admiran -y que se quieren-, a partes iguales… Son David Gallardo y su compare Luis Lara, dos jerezanos de cuna que enarbolan la bandera de nuestro Jerez allá por donde pisan sus pies, demostrándonos que no somos tan malos como algunos nos quieren hacer ver. Háganme caso y vean lo bueno que tenemos a dos pasos de nosotros mi...

Primeros espadas

Tengo la sensación de que en algunos aspectos de mi vida es mi propia vida la que se anda burlando de mí, enseñándome cada vez que puede su sombría espalda, haciendo que mis perseguidos sueños sigan retrasando su llegada.   Andando el tiempo he aprendido no sólo a recorrer mi camino, sino a detener la mirada en mitad del mismo para ver lo positivo que encierra cada pisada marcada.   Y el fin de semana pasado volví a hacerlo. Salí de mi zona de confort y asistí al Primer Encuentro provincial sobre Turismo, Cuaresma y Semana Santa celebrado aquí al lado, en el Campus universitario de la Asunción, y por unas cuantas horas volví a sentir me un privilegiado. En su momento les comenté a los organizadores algunos aspectos que tendrían que hacerse mirar para encuentros venideros, sin acritud y desde el cariño que les tengo a más de uno… Pero a pesar de los fallos cometidos, es de recibo darle las gracias a la organización de este evento porque -sin pretend...

Decir adiós... eternamente...

             Si hay una palabra que suene a despedida, esa es la palabra adiós; y si sabes que esa despedida va a ser eterna, ese maldito acento atraviesa tu garganta cada vez que la pronuncias.  Y yo -por mucho que pase el tiempo-, no me acostumbro a pronunciarla. Por desgracia ya nos hemos enfrentado alguna vez que otra.   Se lo que implica decirla, escribirla, pensarla,…  y se todo lo que esa palabra provoca en mi mente cuando se pierde por la comisura de mis labios.   Figura en mi lista negra de las cosas que le eche en cara a mi Creador cuando ajustemos cuentas allí arriba.   Decir adiós… eternamente… Es como el peaje que tenemos que pagar por vivir, por respirar, por amar. Es la letra pequeña de este contrato que firmamos con la tinta del cordón umbilical que nos une a nuestros padres, a nuestra familia, a las entrañas de nuestra sociedad.   Su trazo pone fin a toda historia; e...

Armas distintas

De lo sucedido días atrás en la redacción del semanario parisino Charlie Hebdo, saco tres conclusiones. La primera es que el ojo humano está tan viciado de violencia y de barbarie, que quemar a alguien a quemarropa ya no nos asusta como antaño. La segunda es lo culta que es la gente, pues todo el mundo conocía esta revista francesa y el contenido de sus editoriales.   Y la tercera - quizás la más importante-, es que la libertad de expresión es una bandera que ondea al viento de los intereses de uno mismo cuando más nos conviene.   Dios me libre de ser analista político o contertulio sabelotodo, pero desde mi ventana la cosa se ve de manera muy simple.   Unos periodistas se mofan en sus portadas de Mahoma, y unos cuantos fanáticos musulmanes hacen efectiva su venganza asesinando a todo aquel que se pusiera por delante. Distintas armas a utilizar en el juego de la democracia. Cuando yo era pequeño, aprendí rápido con quien podía meterme en el...