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Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2025

Vuelo de mariposas

  Y un día te miras en el espejo del baño, y lo que ves no te asusta. Te empiezas a mimar. A cuidar. A amar. El reloj de arena de la entrada ya no duele, y tus libros, eso que andaban preocupados por tus huellas, repliegan sus palabras con alivio al verte sonreír de nuevo. Pones un mensaje y ya no tienes que medir tus silencios. Palpas las heridas de tu alma, y sientes cómo se van cicatrizando los quereres del ayer. Vuelves a calzarte con poemas y estribillos, y el sol se despide de ti con un rayo de calor en su mirada. Ahora tienes a la soledad como compañera de viaje, y ella escucha lo que tu sientes cuando juntos paseáis por vuestras playas de invierno. La cama siempre la tienes hecha.  Hay una cerveza bien fría en la nevera por si alguien quiere brindar contigo. Y en tu escritorio duerme un folio desnudo cada madrugada para juntar letras e ilusiones. De vez en cuando vuelves la cabeza hacia el camino recorrido, y respiras sabiendo que hiciste lo que hiciste en cada recodo ...

Pep, toca reconstruirse.

Me duele verte así Pep .  Me duele ver a tus jugadores rendidos. Me duele lo que estás viviendo esta temporada. Pero sigo creyendo en ti, en tu forma de ver el fútbol y en ese trato y en el respeto infinito que siempre le has tenido a la pelota. Pero no lo puedo remediar.  Me duele. E intuyo que las últimas noches están siendo largas, y los regresos a casa serán un “ come come ” buscando  la respuesta concreta que te atormenta antes, durante y tras cada partido.  Desde la lejanía, no creo que sólo sea la falta de Rodri, sino más bien que a tu vestuario le pasa algo. ¿El qué? Ojalá lo supiera.  Pero ya lo dijo Valdano … “un equipo es un estado de ánimo”, y el ánimo de tu equipo está por los suelos. Esta noche se ha visto ante el Real Madrid, sobre todo tras el gol tempranero de Mbappé   Pero Pep , encontrarás la tecla a pulsar, las palabras adecuadas y la música con la que de nuevo el balón vuelva a bailar en los pies de tus jugadores. Buen regreso a casa. ...

Cruzando los cielos

  Se abre el telón del Falla y una tribu con coloretes de sal y coplas de escollera aparece en escena, y te atrapa la respiración, te deja sin aliento y, desde el primer acorde, te mira a los ojos del alma. Son un grupo de indígenas que se han enamorado de un barco, de una historia y de unos estribillos y que han arrivado a Cádiz para abrirse el corazón y dejarnos a las claras cómo se hace carnaval, como se le canta a la tacita, como se alza la voz cuando febrero se pinta cuartetas de carnaval. Envueltos en los colores pasteles del arcoíris, escuchar a la tribu es estar delante de una comparsa que en cada pase, va susurrando los versos de amor de su letrista y a través de su música, sus intérpretes toman a la ciudad por la cintura y se la llevan a pasear por los rincones secretos de la luz… porque en Cádiz es donde reside la luz. Algo tiene este grupo que te zarandea y de desmaraña los huesos cuando lo escuchas, y parte de culpa de ese estado en el que uno se queda a vivir tras...

Pronto volveré

  De pequeño quise ser periodista , pero la vida me arrancó ese sueño por 3 centésimas una mañana de verano. Y quise ser periodista  por tres motivos:  El primero era para contar conflictos de guerra como lo hacía Arturo Pérez Reverte.  El segundo era contar gestas imposibles de ciclistas míticos haya en los Pirineos o haya en los Alpes .  Y el tercero para contarle al mundo cómo Dios se va desangrando por las calles de Jerez cuando la Luna de Nisan llora marchas y espasmos. Es una espina que tengo clavada en mi alma y que, aunque pasado el tiempo logré narrar pasajes de mi Semana Santa para algunos medios, aun duele. Y duele porque le debo mucho a la radio. Y duele porque siempre camino con unos casquichis y una radio cerca de mí. Y duele porque quise ser periodista para contar a media voz historias con las que el corazón se desvelara, y caí en la trampa de que tras un micrófono, lo que desvelé fueron mis latidos y mis ilusiones. La radio es magia, es ...

Para volver a volver

  He de confesar que una de mis debilidades en torno al Carnaval gaditano es el Yuyu . Y con su vuelta a los escenarios, esa debilidad volvió a sacudirme por dentro las sonrisas, con un  regreso soñado hasta por el mismo maestro Sabina y con un puñado de lagrimas que bien han merecido la espera.  Lo siento, con el Yuyu no puedo ser objetivo. Lo siento, con el Yuyu me volví a emocionar. Le admiro su capacidad mental, su talento para asociar elementos absurdos con la realidad que nos rodea y esa impronta que tiene para hacer reír contándote detalles que sólo un observador nato como él es capaz de tener. El Yuyu se ha hecho a sí mismo, no le debe nada a nadie y mediante el humor encara la vida como sólo un gaditano sabe hacerlo. Me gusta de él que siempre es él, que lleva a su familia por bandera, y que cuando templa la voz, te hace partícipe de lo que le duele, le gusta, le hace respirar. Ha vuelto el Yuyu por febrero, y el desván de los recuerdos se entreabrió de par ...

10 de febrero

  10 de febrero Mi musa cumple años hoy Y cuando ella vio la luz del mundo, el mundo se detuvo  en la oquedad de sus labios;  el aire danzó  sobre las inquietudes de sus silencios;  y en sus ojos brillaron los latidos que los suyos tenían guardado para cuando ella llegara…  Ese día,  los nervios se precipitaron  las manos se encontraron  y el miedo y la ilusión se escaparon por las ventanas del tiempo.  10 de febrero Mi musa cumple años hoy Y hoy le escribo para contarle que, por su culpa, el atardecer de cada tarde tiene toditos los sentidos. Que envidio a su sombra, porque sin quererlo, o queriendo, quién sabe, la persigue por todas partes como el eco a las campanas. No se si alguna vez se lo he dicho, pero me quedaría a vivir en ese trazo que es su sonrisa, en ese terremoto que son sus caderas, en ese cuello que es un  precipicio de deseos. 10 de febrero. El día en el que Dios miró a la tierra, y dejó en...

Bendito Barrio

  Y el Dios Momo , cansado de ver cómo su legado se va poco a poco maldiciendo por las esquinas, invocó a los suyos una noche de febrero para que desempolvaran sus voces y pusieran orden en la ciudad de los coloretes de sal cansado de ver cómo la ciudad de Don Carnal se va olvidando de pintarse sus propios coloretes. Y para ello, tomó prestadas un ramillete de sombras rasgadas por el tiempo, esperó a que su turno llegara una noche de concurso y preparó en un caldero de verdad inmortal los pellizcos que sólo esta comparsa es capaz de provocar antes de que el telón de los ladrillos colorados se alzara y diera comienza el conjuro de “Los del otro barrio”. Y quien mejor que este grupo para defender, con coplas, lo que siempre fue el Carnaval .  Ellos se lo han ganado a pulso. Acorde a acorde. Pasodoble a Pasodoble. Y el romance que nos han traído este año es un reguero de versos cantados al oído, escritos con la sangre del que le duele todo lo que sucede de Puerta Tierra hacia ...

Mas Heavy

  Decía Juan Carlos en uno de esos pasodobles de piedra que hay amores que nacen en primavera… y el de Kike Remolino por Cádiz y su Carnaval es un amor inmortal que perdura allende del tiempo y los silencios. Es lo que tiene ser uno de esos hijos predilectos y escogido por la ciudad de los vientos, y es lo que ha hecho este autor de carnaval al llegar febrero, diciéndole a su madre - a su manera- que la quiere con el alma y la garganta.  Ha regresado Kike a la modalidad de la chirigota, y su piel se ha vuelto a desangrar con un tipo que dice más por lo que calla que por lo que canta. Ha vuelto Kike a pisar el Falla con rabia, y sus verdades son puñales que se han clavado directamente en los ojitos del que se ríe de esto; el que coja pa él. Y ha cantado Kike como sólo el y sus compañeros de fatigas saben hacerlo, siendo irónicos y cargantes, pero con un punto de dolor en sus miradas.  Porque Cádiz   les duele. El C arnaval les duele. Y porque la vida del ga...