En ese baldaquino de alianzas
la vida se desliza por tu manto
conteniendo las lágrimas y el llanto
de miradas bordadas de Esperanzas.
Al mirarte, oscilan las balanzas
y el pulso se detiene sobre el canto
claudicando las dudas y el quebranto
volviendo a respirar bajo templanzas.
Eres Tú, entre silencios y reflejos
la que alivia el dolor que en mí resuena
descosiendo mi cielo de vencejos.
Es tu sombra, eslabón de mi condena
quimera perfilada en los espejos
camarín donde vives, Macarena.
14.mayo.2018
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