Asomándome
a esta ventana desde donde diviso el mundo, hoy me asaltan ciertas dudas…
¿De
qué sirve escuchar el perdón del Presidente del Gobierno, si a renglón seguido vemos
cómo se acomoda en su asiento con la sensación de que él también nos está
robando, engañando, traicionando,…?
¿De
qué sirve la oposición a este Gobierno que tenemos, si su proyecto para
gobernarnos se basa en el manoseado y cansado “y tú más”?
Y
las nuevas alternancias políticas… ¿sirven para algo?
Ustedes
seguid así chavales, que ya veréis cómo nos vamos a descojonar todos cuando
lleguen las urnas…
¿De
qué sirve buscar a Dios -en las maderas del arte o en el prójimo-,… si Éste está
haciendo oídos sordos a nuestras súplicas, desvaneciéndose más si cabe nuestra
esperanza y nuestra fe?
Quizás
no fue tan buena idea esa de crearnos a su imagen y semejanza…
¿De
qué sirve sentirse uno consigo mismo buena persona… si tal y como el mundo va caminando
lo que te entran ganas es de masticar el mismo veneno que mastican aquellos que
por norma general pisotean cabezas a sabiendas de que jamás les va a suceder
nada?
Hay
gente que nacieron con esa suerte…
¿De
qué sirve tener miles de amigos en las redes sociales si luego no somos capaces
ni de mirarnos a la cara cuando nos cruzamos por la calle; no somos capaces de
compartir una cerveza con el vecino; o no somos capaces de dejarnos llevar por
lo que el destino quiera que nos dejemos llevar?
¿De
qué sirve estudiar, esforzarse, pasar noches en vela ante cientos de apuntes,…
si luego los requisitos que te piden para trabajar no tienen en cuenta tu
ilusión, tu compromiso, tu valía,…?
Y
una última pregunta que me hago antes de tomarme un ibuprofeno para el dolor de
cabeza… celebrar Halloween en la baja Andalucía… ¿Sirve de algo?
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