Se equivocó el de la Gaviota
Se equivocaba.
Por ser del Norte, y no del Sur,
Por confiar en él y no en Bárcenas,
Se equivocaba
…
Sucedió el pasado 1 de agosto.
La canícula veraniega comenzaba de nuevo a asomarse
por las ventanas de nuestra malherida Hispania, cuando el Presidente del
Gobierno, ese buque insignia que navega por los mares de Europa con mano firme
y germana, tuvo el detalle de mostrarse ante su pueblo para ponernos los puntos
sobre las íes.
A sabiendas del día que era, cuentan las crónicas que
se despidió de Elvira prometiéndole que “a eso del mediodía todo habrá
acabado cariño. Pronto estaremos en el pazo de Doñana; estate atenta al móvil,
y cuando te dé un toque, me esperas en la puerta”.
Dicho y hecho.
A eso de las doce la familia Rajoy se ponía en
carretera, con la música del Kiss FM de fondo y el colmillo
relamido de Mariano reflejándose en el espejo retrovisor.
Y mientras esto sucedía, el resto del pueblo español,
ese que se tiene que agachar si ve un céntimo de cobre en el suelo para poder
llegar a fin de mes, tiene que seguir chupándose el dedo ante sus mentiras y su
poca vergüenza, quedándose con un fin de la cita como única moraleja de su
comparecencia en público.
Para eso, señor presidente, mejor no haber venido.
Para eso, señor presidente, déjenos a solas con
nuestra soga al cuello.
Para eso, señor presidente, vaya a un psicólogo y
supere de una puñetera vez sus complejos de inferioridad y sus problemas de confianza
en los demás.
Como ser humano, claro que se puede equivocar, y claro
que puede rectificar, y claro que puede marcharse,…
Habría sido más rentable que se hubiese usted pasado
por el plato del Sálvame y que se hubiera sometido al polígrafo; total, sus
diputados le hubieran aplaudido igual.
Como he puesto en FB, enlazando tu post, hartitos estamos ya.
ResponderEliminarBesos
Coincido contigo, mejor que no hubiese aparecido, porque si ya estábamos mal, nos puso peor y con una mala leche que nos entró. Siempre tomándonos el pelo. Es un SINVERÜENZA en mayusculas, inútil,... me faltan calificativos para esta persona. Nos está faltando el respeto a muchos españoles y lo peor es que nos estamos dejando. Menos mal que la paloma se fue al norte en vez de al sur...
ResponderEliminarEl problema, lo insoportable, es que este tipo de equivocaciones huelen a podrido, a trola callejera, a deshonestidad y a trampa. La paloma se fue al sur...¿a dónde mandamos a esta panda de ladrones? Un beso
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