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Los del croquetazo

         
  








                
 
                 Cuando las arrugas del tiempo se paseen por mi piel entre nostalgias y recuerdos, estoy seguro que sonreiré al pellizcar aquello que viví en la Semana Santa de este año 2014. 
Sin haber llamado a la puerta de nadie, sin haberlo buscado y, sobre todo, sin haberlo esperado, de un día para otro me vi envuelto en un programa de radio sin dial, hablando de cofradías con aquellos a los que desde siempre admiré en la distancia. 

Reconozco que me está costando asimilar que he formado parte de vuestros agobios, de vuestras miradas, de vuestros estropeados cables,.. y a mi manera, silenciosa y calladamente he aprendido un mundo de cada uno de ustedes. 

Espero que 
con el tiempo perdonéis mis errores, valoréis mis ilusiones yaceptéis mis palabras de agradecimiento; tenéis que entender que cuando en vuestras alforjas las experiencias se cuentan por años, en las mías se acumulan sólo por horas. 

Querido Andrés y querido 
Álvaro, gracias por tender vuestra mano a este simple escribano que de vez en cuando junta palabras para que su alma se desahogue.

Querido Andrés y querido 
Álvaro, gracias por confiar en mí cuando otros miraban para otro lado por miedo a mirarme a los ojos.

Querido Andrés y querido 
Álvaro, gracias por haberme aceptado tal y como soy, por haber hecho realidad el sueño que desde pequeño siempre acuné al llegar la primavera, y por enseñarme una Semana Santa diferente, distinta, desconocida.

He intentado apuntar todos vuestros consejos, todas vuestras enseñanzas, todas vuestras lecciones en mi viejo bloc de notas, ese que me acompaña a todas partes, y ojalá algún día me quede sin hojas… razón de que sigo al lado de los mejores.  

Ha sido un verdadero placer vivir a vuestro lado este guiño que el destino me tenía reservado. 
Os prometo seguir aprendiendo, os prometo seguir sintonizándoos.
De
 corazón, mil gracias!!! 

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