Hoy que tu Solemnidad brilla más que el sol, y que
el Pangue
Lingua se precipita por los labios de los creyentes, me vas a permitir
que desabroche mi corazón y te recuerde quien soy.
Yo
soy esa simple mirada que se pierde entre miserias e impotencias, que mastica
tu nombre sobre el vano húmedo de la incertidumbre, el que sólo viene a
arrodillarse ante tu presencia cuando la soga de la vida aprieta, ahoga y
apenas me deja respirar.
Yo
soy un olvido de tierra, una huella perdida en un atardecer de estrellas, un
búcaro de mentiras y moratones que hilvana sonrisas de palabras y persigue
sueños de barro.
Yo
soy una verdad a medias, el eco de un vuelo rasante, una voz sin altavoz por
ser fiel a la única verdad que conoce: la de una conciencia tranquila.
Yo
soy el que camina por el alambre de la vida, entre sonetos de amor y canciones de
otros mientras los recuerdos juegan en la orilla de mis nostalgias.
Yo
soy un grito que grita Tu grandeza
por los callejones de tu historia, por los pasillos de las jonduras, por los
balcones de los refugios perdidos.
Yo
soy el tiempo confuso y encerrado en un reloj de arena, el destello de un
espejo cóncavo envuelto en espinas, el reflejo de una nana donde la luna todas
las noches sombrea azoteas.
Yo
soy un mapa de costuras sin aliento, un camino de piedras amarillas, una
guirnalda de azahar que tararea marchas a destiempo.
Yo
soy la radiografía de un silbido, la queja amarga por lo perdido, el que espera
en una esquina a que el destino desarbole en dos mis abatidos brazos caídos.
Yo
soy un océano de vientos en calma, un monte de cruces de promesas, un barco varado
en la cicatriz del miedo.
Yo
soy una poesía sin rima, una rima yerma de pulso, un pulso asonantado que bebe
de los que juegan con las palabras bajo la tinta de sus latidos.
Yo
soy una bandera blanca, ajada y derrotada, que cada noche te busca en el
silencio de los parpados cansados para que no me eches en el olvido.
Yo
soy el que necesita de Ti, pero a veces tengo la sensación de que Tú no te das cuenta de eso..
Yo
soy el que necesita de Ti, pero me siento uno más en la cola de los rezos..
Yo
soy el que necesita de Ti, pero a sabiendas de que Tú también necesitas de mí; así que, dejemos el rencor arrinconado
en algún que otro zaguán carcomido por los siglos y abramos los cerrojos de las
vergüenzas..
Porque
si yo soy la sombra, tú eres la luz que despierta a mis sabanas sudando sueños
y deseos..
Si
yo soy la mirada, tú eres la pupila azul en la que clavo mi torpe aliento de
poeta…
Si
yo soy tu vela, tú eres la llama que me atraviesa de arriba abajo los pespuntes
de mis naufragios..
Y
todo lo que soy, todo lo que he sido y todo lo que me queda por ser es por
culpa de tu Cuerpo y de tu Sangre, por tu bienaventurado
Sacramento y por la esperanza de tu alimento...
Yo
soy tu Verdad mundana
amoratada
de huesos,
soy
la pulpa de los besos
y
el eco de tu campana.
Soy
la lumbre que desgrana
la
pasión de tu sudario
aliviando
mis calvarios
cuando
arrodillo el asombro
buscando
entre mis escombros
Tú
presencia en el Sagrario.
Foto: Miguel Guerrero
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