Según el Diccionario de la Real Academia Española,
la tercera acepción de la palabra lumbreras hace referencia a la persona que
brilla por su inteligencia y por sus conocimientos excepcionales en alguna
materia determinada.
Y
pongo las dos manos en el fuego y no me quemo a que el encargado de diseñar el
carril bici en nuestra tierra de lumbreras tiene bastante poco.
Estoy
deseando de echármelo a la cara para decirle: ¿Cómo se puede ser tan torpe sentrañas mías?
Torpe
para no darse cuenta de que hay zonas de la ciudad donde el carril bici no
tiene ningún sentido práctico.
Torpe
para cargarse zonas ajardinadas, para poner esos pasos de peatones
sobre-elevados en el acceso a otras calles que son un disparate y para dejar
aceras prácticamente intransitables por parte de peatones, carritos de niñera
y/o sillas de discapacitados.
Y
torpe, muy torpe -de los de paguita estatal-, para hacer en la zona de Cuatro Caminos
un auténtico desastre.
Porque
vamos a ver… ¿no te ha dicho nadie que esa zona es un punto caliente de tráfico
debido a la masificación de coches que suben buscando el centro o la ronda… y
que bajan buscando la zona sur y la bahía en hora punta,… y que al reducir el número
de carriles la montonera que vas a proporcionar ahí va a ser de órdago e
incomprensible?
Ya le he dicho al del
bar de allí que me reserve una mesa a eso de las nueve menos cuarto,… porque a
partir de septiembre eso va a ser un auténtico espectáculo de cláxones,
autobuses y madres al volante con el ansia de llegar a tiempo para dejar a sus
hijos aparcados en la puerta de los colegios.
Por ahora el lumbreras
se está luciendo por la zona de Cuatro Caminos… ¿qué pasará cuando el carrilito
llegue a la zona de Madre de Dios?
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