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Amistad..

 


Dicen que los verdaderos amigos, los que siempre están ahí, los que nunca te dejan a solas se cuentan con los dedos de una mano.


Pues en mi caso, me faltan manos para contar los amigos que tengo.

Y es que tengo un grupo de personas cerquita de mí que saben cómo respiro, cómo son mis espacios, a que huelen mis lagrimas, … y son los culpables de escribir la palabra Amistadcuando hablo con ellos.


Porque Amistad de la verdadera es la respuesta que recibí de estos amigos cuando hace unos días les mandé un audio en el que, con la voz rota y envuelto en lágrimas, solté todo lo que llevaba dentro.


Algunos me pusieron mensajes. Otros me calmaron con un audio. Otros me llamaron. Varios hicieron por verme.


Cada uno a su manera y a su forma me tendieron su mano. Me prestaron sus oídos. Me acompañaron; y aún a día de hoy, me siguen alentando.


Ellos saben quienes son porque en ese mensaje me abrí en canal, les pedí ayuda, les rogué consejo y hasta les perdí perdón por molestarle con mis cosas.


Y me están demostrando que la Amistad no es dejar en el olvido a alguien y dejar que el silencio nos mire a los ojos cuando nos encontremos con el tiempo.


Amistad no es esperar siempre a que uno de el paso, y cuando no lo das, concluir que algo te pasa; quizás ese algo es que me cansé de estar siempre ahí. 


Amistad no es decirle a alguien “otro día me cuentas que te pasa, que ahora voy a cenar” cuando esa persona tiene la mirada en llamas y te está pidiendo auxilio.


Como una vez escuché en la serie Gotham… “Caminar con un amigo en la oscuridad es mejor que caminar sólo en la luz.”


Amigos... Gracias eternas -simplemente- por quererme.


Os quiero..

    

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